Vientos sin rumbo
Belva Plain
Amazonas
Adrienne Mayor
Z:\Multimedia\med[..] Tizon\Cuentos completos
Desconocido
Cinco horas con Mario
Miguel Delibes
La cabaña del tío Tom (Ilustrado)
Harriet Beecher Stowe
Tus libros (122)
El ojo americano
Constantin Virgil Gheorghiu
Contrata de héroes
La hora 25
La Ciudad de la Alegría
Dominique Lapierre
Más grandes que el amor
Kanikosen. El pesquero
Takiji Kobayashi
La copa de Verlaine
Emilio Carrere
Teorema
Pier Paolo Pasolini
Chavales del arroyo
Cómo dejar de escribir
Esther García Llovet
Trilogía instantánea de Madrid (1)
Nada crece a la luz de la luna
Torborg Nedreaas
Coda
Mamut
Sánchez
Trilogía instantánea de Madrid (2)
Silencio en octubre
Jens Christian Grøndahl
La esfera del tiempo
Juan P. Vidal
El ejército de ceniza
José Pablo Feinmann
La sombra de Heidegger
El exiliado
William Kotzwinkle
El jardín de Dachau
Ellen Marie Wiseman
La coleccionista de huérfanos
La Biblia de neón
John Kennedy Toole
Las brujas
Celso Castro
Baruc en el río
Rubén Abella
California
Clara
Iván Hernández
Kanada
Juan Gómez Bárcena
Tercer acto
Félix de Azúa
El final del affaire
Graham Greene
El revés de la trama
El décimo hombre y otros relatos
El doctor Fischer de Ginebra
El fin de la aventura
Gai-jin
James Clavell
Saga asiática (6)
La Parranda
Eduardo Blanco Amor
La última condesa nazi
Viruca Yebra
El gran Meaulnes
Alain Fournier
El gran Meaulnes (Ilustrado)
Tus libros (32)
Corazones de acero
María José Tirado
Hombres de Acero (1)
Almas de acero
Hombres de Acero (3)
Acero bajo la piel
Hombres de Acero (2)
Dolores Claiborne
Stephen King
UR
El retrato de Rose Madder
El valle de las muñecas
Jacqueline Susann
La máquina del amor
Dolores
La hija del criptógrafo
Pablo de Santis
Nada que perder
Rubén Gozalo
Entre tonos de gris
Ruta Sepetys
El color de los sueños
El jardín de los Finzi-Contini
Giorgio Bassani
Los amores perdidos
Miguel de León
La luz tras la ventana
Lucinda Riley
El secreto de la orquídea
Un héroe de nuestro tiempo / Antología poética
Mijaíl Y. Lérmontov
Tú no matarás
Julia Navarro
La sangre de los inocentes
Dispara, yo ya estoy muerto