Luchando por el agua
M. L. Estefanía
Bolsilibros - Oeste Legendario (878)
Jean Harlow
César Martín
NO ME JUDAS SATANAS!! (258)
Quinientos millones de siglos después
Edwin G. S. Brickill
Platero y yo
Juan Ramón Jiménez
El eco de las bodas
Luis Mateo Díez
La demolición
Rosa Díez
Las dos amigas y el envenenamiento
Alfred Döblin
Wadzek contra la turbina de vapor
Berlín Alexanderplatz
La Biblia del Diablo
Richard Dübell
Las puertas de la eternidad
El héroe de Roncesvalles
El guardián de la Biblia del Diablo
La visita de la vieja dama
Friedrich Dürrenmatt
Los físicos
La avería
El encargo
El valle del caos
Justicia
La promesa
El juez y su verdugo
Griego busca griega
La muerte de la Pitia
La sospecha
La muerte de Erika Knapp
Luca D’Andrea
La sustancia del mal
Melusina o La Noble Historia de Lusignan
Jean d’Arras
Blanca como la nieve, roja como la sangre
Alessandro D’Avenia
El despertar del corazón
François d’Epenoux
Desviación
Luce d’Eramo
Historia del judío errante
Jean d’Ormesson
Poemas (edición bilingüe)
E. E. Cummings
La probabilidad estadística del amor a primera vista
Jennifer E. Smith
Cuentos
E. T. A. Hoffmann
Ajedrez para Dummies 2011-2016
James Eade
Incógnito
David Eagleman
Cómo leer literatura
Terry Eagleton
Esperanza sin optimismo
Por qué Marx tenía razón
Sobre el mal
Marxismo y crítica literaria
Vivir la anarquía, vivir la utopía
Chris Ealham
No saldré vivo de este mundo
Steve Earle
La cofradía del Sepulcro
Daniel Easterman
El testamento de Judas
El nombre de la bestia
La espada del profeta
La noche del Apocalipsis
Juicio final
La noche de la séptima oscuridad
Dominancia: ¿Realidad o ficción?
Barry Eaton
El informe Hitler
Henrik Eberle & Matthias Uhl
La chica danesa
David Ebershoff
Furias
Fernanda Eberstadt
Como el aire de abril
Arturo Echavarría
El gran galeoto
José Echegaray
Resurrecta
Vic Echegoyen
La Voz y la Espada
Ocho apellidos
Borja Echevarría & Mario Albelo
Criacuervo
Orlando Echeverri Benedetti
La cautiva - El matadero
Esteban Echeverría
El matadero y otros escritos
La empresa emergente
Rafael Echeverría
El Búho de Minerva