Ralph Beadle se paseaba furioso por el cuadrilátero del despacho de su rancho, agitando con rabia una carta que acababa de recibir de su hija Flo y emitiendo una serie de maldiciones con las que se hubiese podido editar un curioso y abultado diccionario de todo lo que no es elegante y cortés lanzar a oídos extraños. En realidad, Ralph siempre había sido un hombre sereno, apacible, aunque enérgico para sus asuntos y muy cordial tratando a sus semejantes.
Description:
Ralph Beadle se paseaba furioso por el cuadrilátero del despacho de su rancho, agitando con rabia una carta que acababa de recibir de su hija Flo y emitiendo una serie de maldiciones con las que se hubiese podido editar un curioso y abultado diccionario de todo lo que no es elegante y cortés lanzar a oídos extraños. En realidad, Ralph siempre había sido un hombre sereno, apacible, aunque enérgico para sus asuntos y muy cordial tratando a sus semejantes.