De vez en vez, un pequeño montículo, la nota aislada de una granja o una casita, los palos del telégrafo que parecían dar vueltas en torno al tren jugando a un corro imaginario, o la movible silueta de un carro cruzando por las estrechas veredas abiertas entre los trigales era cuanto se le ofrecía a sus ojos de viajero cansado y aburrido. No era mucho para quien acababa de cambiar el panorama dinámico y urbano de una gran ciudad, por aquel otro bucólico y campesino, muy interesante para agricultores y ganaderos, pero, aburridísimo, para quien como él no había nacido más que para la vida muelle encerrada dentro de los arrabales de una capital.
Description:
De vez en vez, un pequeño montículo, la nota aislada de una granja o una casita, los palos del telégrafo que parecían dar vueltas en torno al tren jugando a un corro imaginario, o la movible silueta de un carro cruzando por las estrechas veredas abiertas entre los trigales era cuanto se le ofrecía a sus ojos de viajero cansado y aburrido. No era mucho para quien acababa de cambiar el panorama dinámico y urbano de una gran ciudad, por aquel otro bucólico y campesino, muy interesante para agricultores y ganaderos, pero, aburridísimo, para quien como él no había nacido más que para la vida muelle encerrada dentro de los arrabales de una capital.