Si Douglas Lemare hubiese nacido en Europa en la época de los guerreros legendarios que todo lo que llegaron a ser lo conquistaron con la punta de su espada, avasallando cuanto se les opuso al triunfo, nadie mejor que él para ostentar en el escudo de armas de su familia las tres Uves simbólicas del «veni, vidi, vici», ya que en su joven y dinámica vida todo lo había arrollado con el ímpetu de su osadía, su valor, su acometividad y su fe, para llegar adonde se propuso y conseguir cuanto quiso.
Description:
Si Douglas Lemare hubiese nacido en Europa en la época de los guerreros legendarios que todo lo que llegaron a ser lo conquistaron con la punta de su espada, avasallando cuanto se les opuso al triunfo, nadie mejor que él para ostentar en el escudo de armas de su familia las tres Uves simbólicas del «veni, vidi, vici», ya que en su joven y dinámica vida todo lo había arrollado con el ímpetu de su osadía, su valor, su acometividad y su fe, para llegar adonde se propuso y conseguir cuanto quiso.