Desde la altura de la ventana, que estaba en un tercer piso, se divisaba la agitación de La Cannebiére, la arteria más importante y popular de Marsella. Se distinguían los rótulos de los hoteles, los géneros que había expuestos en los escaparates, las gentes que subían y bajaban disfrutando del apacible sol de la mañana. Se veía también algunas parejas que, pese a lo impropio de la hora, penetraban cogidas del brazo en un hotelucho de pésima reputación que se encontraba situado enfrente de la ventana, y cuyos huecos estaban muy bien cerrados o cubiertos por visillos.
Description:
Desde la altura de la ventana, que estaba en un tercer piso, se divisaba la agitación de La Cannebiére, la arteria más importante y popular de Marsella. Se distinguían los rótulos de los hoteles, los géneros que había expuestos en los escaparates, las gentes que subían y bajaban disfrutando del apacible sol de la mañana. Se veía también algunas parejas que, pese a lo impropio de la hora, penetraban cogidas del brazo en un hotelucho de pésima reputación que se encontraba situado enfrente de la ventana, y cuyos huecos estaban muy bien cerrados o cubiertos por visillos.