Una mujer que estaba quieta como una estatua, cerca de la puerta, chilló aterrorizada. Hasta entonces había mantenido el dominio de sus nervios, pero ahora ya no pudo más. Los tres asaltantes se volvieron. El cajero había permanecido quieto detrás de su ventanilla, pero comprendió que éste era el momento de actuar. No tendría otra ocasión como aquélla. Diez segundos después, los tres forajidos se habrían perdido en la calle. Y, lo que era peor, con ellos se habría perdido el botín.
Description:
Una mujer que estaba quieta como una estatua, cerca de la puerta, chilló aterrorizada. Hasta entonces había mantenido el dominio de sus nervios, pero ahora ya no pudo más. Los tres asaltantes se volvieron. El cajero había permanecido quieto detrás de su ventanilla, pero comprendió que éste era el momento de actuar. No tendría otra ocasión como aquélla. Diez segundos después, los tres forajidos se habrían perdido en la calle. Y, lo que era peor, con ellos se habría perdido el botín.