Los bólidos estaban silenciosos y quietos a un lado de la pista. Sus colores brillantes, casi todos plateados, despedían destellos al sol. Los hombres que iban a pilotarlos tenían los ojos clavados cada uno en el suyo, como atraídos por una especie de hipnotismo, mientras consumían los últimos segundos antes de la gran carrera. La bandera ondeó en el aire.
Description:
Los bólidos estaban silenciosos y quietos a un lado de la pista. Sus colores brillantes, casi todos plateados, despedían destellos al sol. Los hombres que iban a pilotarlos tenían los ojos clavados cada uno en el suyo, como atraídos por una especie de hipnotismo, mientras consumían los últimos segundos antes de la gran carrera. La bandera ondeó en el aire.