Andy Carson, al igual que otros muchos curiosos, se detuvo en su marcha para observar a quienes discutían. Dos elegantes estaban frente a un muchacho muy joven vestido a la usanza vaquera. —No debes negar, muchacho —decía uno de los elegantes—. Sabemos que has insultado a míster Happy y como buenos amigos suyos, no podemos permitir que lo sigas haciendo. —¿Cuánto os ha ofrecido por hacerme callar? —inquirió el vaquero. —Serénate, muchacho —dijo muy serio y amenazador, uno de los elegantes—. Eres muy joven y no creo tengas motivos para estar aburrido de la vida. Además, ya nada podrás hacer por tu padre.
Description:
Andy Carson, al igual que otros muchos curiosos, se detuvo en su marcha para observar a quienes discutían. Dos elegantes estaban frente a un muchacho muy joven vestido a la usanza vaquera. —No debes negar, muchacho —decía uno de los elegantes—. Sabemos que has insultado a míster Happy y como buenos amigos suyos, no podemos permitir que lo sigas haciendo. —¿Cuánto os ha ofrecido por hacerme callar? —inquirió el vaquero. —Serénate, muchacho —dijo muy serio y amenazador, uno de los elegantes—. Eres muy joven y no creo tengas motivos para estar aburrido de la vida. Además, ya nada podrás hacer por tu padre.