A ochocientos metros de altura, proyectando su sombra negra sobre la impenetrable masa de verdor que tapizaba el suelo, un bimotor «Vega Ventura» hendía la pesadez de la atmósfera y desafiaba los rayos del sol que arrancaban reflejos cegadores a las planchas metálicas del fuselaje y los planos y semejaban taladrar la cabina con sus dardos ardientes dando la sensación de que iban a abrasarla. El aparato llevaba rumbo sur y desde varias horas antes comenzó la monótona sucesión de árboles, trazos brillantes de ríos y corrientes de agua y espesuras y frondosa selva, una selva que se perdía en el lejano horizonte dando la sensación de que no tenía fin.
Description:
A ochocientos metros de altura, proyectando su sombra negra sobre la impenetrable masa de verdor que tapizaba el suelo, un bimotor «Vega Ventura» hendía la pesadez de la atmósfera y desafiaba los rayos del sol que arrancaban reflejos cegadores a las planchas metálicas del fuselaje y los planos y semejaban taladrar la cabina con sus dardos ardientes dando la sensación de que iban a abrasarla. El aparato llevaba rumbo sur y desde varias horas antes comenzó la monótona sucesión de árboles, trazos brillantes de ríos y corrientes de agua y espesuras y frondosa selva, una selva que se perdía en el lejano horizonte dando la sensación de que no tenía fin.