Eran aproximadamente las cinco de la tarde de un luminoso y tibio día del mes de mayo, cuando un calesín, tirado por dos magníficos caballos se detenía junto a la verja de manera que cerraba el paso al andén, y del vehículo descendían dos hombres altos, recios y vigorosos, cuyos atuendos les denunciaban como peones de algún lejano rancho. Uno de ellos era ya hombre curtido y vivido, con sus cuarenta y ocho años sobre las duras espaldas. Tipo representativo de los vigorosos cow-boys de la región, daba la sensación de un magnífico trozo de peña moviéndose con calma estudiada, pero con seguridad plena de movimientos.
Description:
Eran aproximadamente las cinco de la tarde de un luminoso y tibio día del mes de mayo, cuando un calesín, tirado por dos magníficos caballos se detenía junto a la verja de manera que cerraba el paso al andén, y del vehículo descendían dos hombres altos, recios y vigorosos, cuyos atuendos les denunciaban como peones de algún lejano rancho. Uno de ellos era ya hombre curtido y vivido, con sus cuarenta y ocho años sobre las duras espaldas. Tipo representativo de los vigorosos cow-boys de la región, daba la sensación de un magnífico trozo de peña moviéndose con calma estudiada, pero con seguridad plena de movimientos.