El carcelero abrió con la llave la puerta de la celda. —Ha llegado tu hora, Morley —dijo. Morley se enderezó. Estaba por los veintiséis años de edad y era moreno, de fuerte constitución. Se cubría con el traje reglamentario gris plomo, de paño correoso, desagradable al tacto. —Voy a echar mucho de menos este hogar —murmuró y a continuación soltó una risita. —Anda, date prisa. El alcaide te está esperando.
Description:
El carcelero abrió con la llave la puerta de la celda. —Ha llegado tu hora, Morley —dijo. Morley se enderezó. Estaba por los veintiséis años de edad y era moreno, de fuerte constitución. Se cubría con el traje reglamentario gris plomo, de paño correoso, desagradable al tacto. —Voy a echar mucho de menos este hogar —murmuró y a continuación soltó una risita. —Anda, date prisa. El alcaide te está esperando.