Ken Morgan estaba satisfecho aquella mañana en Los Angeles. Había comprado diez mil kilos de naranjas que llevaría a Salt Lake City. Ganaría unos cuantos dólares y con eso pagaría el último plazo del camión. —Eh, Clive, ¿cuándo tendrás la mercancía cargada? —Más o menos en dos horas. —Me quiero ir dentro de una. Publicada por Editorial Bruguera en la colección Punto Rojo, con el número 141, en el año 1965.
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Ken Morgan estaba satisfecho aquella mañana en Los Angeles. Había comprado diez mil kilos de naranjas que llevaría a Salt Lake City. Ganaría unos cuantos dólares y con eso pagaría el último plazo del camión. —Eh, Clive, ¿cuándo tendrás la mercancía cargada? —Más o menos en dos horas. —Me quiero ir dentro de una. Publicada por Editorial Bruguera en la colección Punto Rojo, con el número 141, en el año 1965.