Boris Leman, rubio, de treinta y ocho años, ojos verdes y fuerte constitución, detuvo el carruaje al introducirse en la pinada. —¿Te gusta esto, nena? La morena respiró el aromático viento y cerró los ojos. —Es la gloria, Boris. Ya era hora de que alguien me sacara de aquel condenado saloon para respirar auténtico aire. —¿Bajamos a estirar las piernas? —Claro que sí, Boris.
Description:
Boris Leman, rubio, de treinta y ocho años, ojos verdes y fuerte constitución, detuvo el carruaje al introducirse en la pinada. —¿Te gusta esto, nena? La morena respiró el aromático viento y cerró los ojos. —Es la gloria, Boris. Ya era hora de que alguien me sacara de aquel condenado saloon para respirar auténtico aire. —¿Bajamos a estirar las piernas? —Claro que sí, Boris.