Aquella chica tenía clase. Yo estaba sentado junto a una ventana dando cuenta de un vaso de whisky y no la había visto entrar. Por el cristal de mi derecha resbalaba el agua que las nubes arrojaban a toneladas sobre Nueva York. Eran las nueve y media de la noche de un veintidós de diciembre. Llevaba allí más de sesenta minutos esperando, pero el tiempo había transcurrido sin que hubiese ocurrido nada capaz de obligarme a desocupar la silla.
Description:
Aquella chica tenía clase. Yo estaba sentado junto a una ventana dando cuenta de un vaso de whisky y no la había visto entrar. Por el cristal de mi derecha resbalaba el agua que las nubes arrojaban a toneladas sobre Nueva York. Eran las nueve y media de la noche de un veintidós de diciembre. Llevaba allí más de sesenta minutos esperando, pero el tiempo había transcurrido sin que hubiese ocurrido nada capaz de obligarme a desocupar la silla.