—¿Cuánto dinero nos queda, Roy? —preguntó Lou Anders, de treinta y cinco años, alto, fornido, con aspecto de luchador de catch, ocupadas las manos con sendas maletas. —Un dólar cincuenta centavos —contestó Roy Wade, joven de veintisiete años, uno setenta de talla, delgado, cara atezada en cuyos ojos negros brillaba la inteligencia y dinamismo.—Lo mismo de siempre, ya estamos en la ruina.—Las cosas se van a arreglar ahora, Lou.—No sé de qué modo. «La Antorcha» nos despidió.
Description:
—¿Cuánto dinero nos queda, Roy? —preguntó Lou Anders, de treinta y cinco años, alto, fornido, con aspecto de luchador de catch, ocupadas las manos con sendas maletas. —Un dólar cincuenta centavos —contestó Roy Wade, joven de veintisiete años, uno setenta de talla, delgado, cara atezada en cuyos ojos negros brillaba la inteligencia y dinamismo.—Lo mismo de siempre, ya estamos en la ruina.—Las cosas se van a arreglar ahora, Lou.—No sé de qué modo. «La Antorcha» nos despidió.