Di un paso, puse la mano sobre su espalda y la empujé hacia fuera. De pasada lancé una fugaz mirada a la puerta abierta y de acceso al despacho de Della; se estaba retocando los labios. Fascinaba también. Era el polo opuesto a la mujer que llevaba a mi lado. Morena, de pelo tan negro que la luz arrancaba reflejos azules, y de grandes ojos también azules. Fascinaba tanto o más que Stella Perkins; mistress Stella Perkins, veintiséis años y viuda desde hacía casi dos. Salimos sin pronunciar palabra y sin despedirme de Della. No hacía falta aquello, no hacía falta nada
Description:
Di un paso, puse la mano sobre su espalda y la empujé hacia fuera. De pasada lancé una fugaz mirada a la puerta abierta y de acceso al despacho de Della; se estaba retocando los labios. Fascinaba también. Era el polo opuesto a la mujer que llevaba a mi lado. Morena, de pelo tan negro que la luz arrancaba reflejos azules, y de grandes ojos también azules. Fascinaba tanto o más que Stella Perkins; mistress Stella Perkins, veintiséis años y viuda desde hacía casi dos. Salimos sin pronunciar palabra y sin despedirme de Della. No hacía falta aquello, no hacía falta nada