GLENN BLOCKER aparentaba unos treinta y dos años. Era moreno tenía el pelo liso y corto, los ojos castaños, el mentón bien marcado. Su cuerpo, alto y desarrollado, producía una gran impresión a primera vista en las mujeres. Bueno, a primera vista, a segunda, a tercera… Poseía, además de su figura atlética, un rostro varonil y atractivo. Tenía la costumbre de esbozar media sonrisa socarrona a todas horas. Mejor dicho, a casi todas, porque alguna que otra vez, un puño fibroso y calludo se estrellaba en ella, y entonces, adiós media sonrisa. Claro, que en otras ocasiones, la perdía voluntariamente, como ahora, que abrazaba y besaba entusiasmado a su secretaria.