El sol de la mañana penetraba a raudales por el amplio ventanal que se levantaba por encima del techo, inundando de luz el viejo desván, convertido ahora en un estudio de pintor. Había muchos cuadros, la mayoría de ellos en el suelo, apoyados contra las paredes y cubiertos por telas blancas. Junto a la pared del fondo, cubierta toda ella por una tela roja, muy brillante, se veía un cómodo canapé, sobre el que descansaban varios almohadones de distintos colores.
Description:
El sol de la mañana penetraba a raudales por el amplio ventanal que se levantaba por encima del techo, inundando de luz el viejo desván, convertido ahora en un estudio de pintor. Había muchos cuadros, la mayoría de ellos en el suelo, apoyados contra las paredes y cubiertos por telas blancas. Junto a la pared del fondo, cubierta toda ella por una tela roja, muy brillante, se veía un cómodo canapé, sobre el que descansaban varios almohadones de distintos colores.