El barco llevaba matrícula panameña. Era un barco mixto de carga y pasaje, de reducido tonelaje. Dejó atrás la estatua de La Libertad, y el práctico del puerto de Nueva York subió a bordo. La documentación del vapor estaba en regla. Numerosos trasatlánticos hallábanse amarrados a los muelles. El tráfico marítimo era incesante y abigarrado, y las embarcaciones, procedentes de cien puntos distintos, surcaban las aguas, entrando y saliendo del enorme puerto neoyorquino.