«No veo pelis ni series de policías, tampoco leo novela negra. Con i trabajo ya tengo bastante. La realidad supera a la ficción, siempre. En las películas y en las series, el mal siempre encuentra su explicación. En la vida real es posible que queden muchas preguntas sin contestar, un malo a quien detener o una cagada durante la investigación. En ese caso, no queda otra que joderse y conformarse con un final que no es feliz.» Las historias que se cuentan en este libro son tan reales como sus protagonistas: los despistes de la poli novata, las anécdotas divertidas y poco menos que increíbles, la agonía de la impotencia y las injusticias, la satisfacción del deber cumplido, la lucha de quien no se rinde antes las dificultades... En definitiva, la fuerza que impulsa a alguien a correr hacia el peligro cuando los demás lo hacen en sentido contrario. De «pepinilla en prácticas» a especialista en ciberseguridad: las aventuras de una inspectora de Policía en su lucha por protegernos del mal que habita en las calles y al otro lado de Internet.
Description:
«No veo pelis ni series de policías, tampoco leo novela negra. Con i trabajo ya tengo bastante. La realidad supera a la ficción, siempre. En las películas y en las series, el mal siempre encuentra su explicación. En la vida real es posible que queden muchas preguntas sin contestar, un malo a quien detener o una cagada durante la investigación. En ese caso, no queda otra que joderse y conformarse con un final que no es feliz.» Las historias que se cuentan en este libro son tan reales como sus protagonistas: los despistes de la poli novata, las anécdotas divertidas y poco menos que increíbles, la agonía de la impotencia y las injusticias, la satisfacción del deber cumplido, la lucha de quien no se rinde antes las dificultades... En definitiva, la fuerza que impulsa a alguien a correr hacia el peligro cuando los demás lo hacen en sentido contrario. De «pepinilla en prácticas» a especialista en ciberseguridad: las aventuras de una inspectora de Policía en su lucha por protegernos del mal que habita en las calles y al otro lado de Internet.