Esperanza es una joven gaditana que ha crecido bajo el cuidado de sus tíos, quienes, desde que era pequeña, habían cosido su vida a la rutina. Ansiosa, espera la admisión a la universidad de Madrid para estudiar Derecho, pero antes se tendrá que enterar de su origen y asumir lo que este esconde. Mientras, el panorama político y social del país no atraviesa por su mejor momento, y es que en julio de 1936 da comienzo la guerra civil española. Situación esta, que cambiará y truncará la vida de muchas familias, incluida la de Esperanza. En esta primera novela de Rosa Ana Parra A., la autora enmarca una historia de ficción en un marco histórico que, ochenta y cuatro años después, sigue azotando a la sociedad que trató de enterrar la infamia a golpe de Ley en 1977, llamándola: Ley del Olvido, como si con ella el dolor de los que la padecieron fuese a desaparecer. No es una historia de bandos, la guerra civil española, tampoco lo fue, pues tras su nombre se ejecutaron venganzas personales que de otro modo nunca habrían sido resueltas. Por eso, en su edición en papel (2013) causó tan buenas sensaciones, pues a pesar de su fidelidad a los hechos históricos, la ficción se cose de una manera tan sutil que de verdad creó dudas sobre si Esperanza fue una persona, o un personaje.
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Esperanza es una joven gaditana que ha crecido bajo el cuidado de sus tíos, quienes, desde que era pequeña, habían cosido su vida a la rutina. Ansiosa, espera la admisión a la universidad de Madrid para estudiar Derecho, pero antes se tendrá que enterar de su origen y asumir lo que este esconde. Mientras, el panorama político y social del país no atraviesa por su mejor momento, y es que en julio de 1936 da comienzo la guerra civil española. Situación esta, que cambiará y truncará la vida de muchas familias, incluida la de Esperanza. En esta primera novela de Rosa Ana Parra A., la autora enmarca una historia de ficción en un marco histórico que, ochenta y cuatro años después, sigue azotando a la sociedad que trató de enterrar la infamia a golpe de Ley en 1977, llamándola: Ley del Olvido, como si con ella el dolor de los que la padecieron fuese a desaparecer. No es una historia de bandos, la guerra civil española, tampoco lo fue, pues tras su nombre se ejecutaron venganzas personales que de otro modo nunca habrían sido resueltas. Por eso, en su edición en papel (2013) causó tan buenas sensaciones, pues a pesar de su fidelidad a los hechos históricos, la ficción se cose de una manera tan sutil que de verdad creó dudas sobre si Esperanza fue una persona, o un personaje.