Tony se vistió el flamante traje de cow-boy que acababa de comprarse y se encontró a gusto. Sobre la cama de la fonda quedaba abandonada para siempre la bien cortada levita que hasta entonces, había constituido su atuendo habitual. Engrasó luego, cuidadosamente, los magníficos revólveres del 45 que completaban su equipo y, tras convencerse de que salían con facilidad de las fundas, se lanzó a la calle.
Description:
Tony se vistió el flamante traje de cow-boy que acababa de comprarse y se encontró a gusto. Sobre la cama de la fonda quedaba abandonada para siempre la bien cortada levita que hasta entonces, había constituido su atuendo habitual. Engrasó luego, cuidadosamente, los magníficos revólveres del 45 que completaban su equipo y, tras convencerse de que salían con facilidad de las fundas, se lanzó a la calle.