Al fin nos encontramos ante el enorme palacio central y penetramos por una abertura ante la que montaban guardia dos individuos. Crucé a saltos un paseo embaldosado y, aunque a ambos lados de él había puertas, continué hasta un grandioso jardín poblado de árboles. Había allí una reunión de individuos. Entre ellos, descollando por sus lujosos atavíos, un gigante se dirigió a mi encuentro. Permanecí en pie mientras él se aproximaba como un soldado ve avanzar a su general durante una revista militar. Llegado a mí lado me tocó y dio vueltas a mí alrededor con extrañeza. Al fin “habló”: — ¿Qué te pasa, Zu-lai? No das muestras de conocer a tu soberano, te comportas como un forastero y has venido capitaneando un rebaño de zolos. ¿Puedes explicarte?
Description:
Al fin nos encontramos ante el enorme palacio central y penetramos por una abertura ante la que montaban guardia dos individuos. Crucé a saltos un paseo embaldosado y, aunque a ambos lados de él había puertas, continué hasta un grandioso jardín poblado de árboles. Había allí una reunión de individuos. Entre ellos, descollando por sus lujosos atavíos, un gigante se dirigió a mi encuentro. Permanecí en pie mientras él se aproximaba como un soldado ve avanzar a su general durante una revista militar. Llegado a mí lado me tocó y dio vueltas a mí alrededor con extrañeza. Al fin “habló”: — ¿Qué te pasa, Zu-lai? No das muestras de conocer a tu soberano, te comportas como un forastero y has venido capitaneando un rebaño de zolos. ¿Puedes explicarte?