—Yo no soy más que un aventurero, coronel, un hombre cuya debilidad siempre ha sido manejar las armas de fuego y militar entre dos caminos teniendo a la derecha el bueno y el malo a la izquierda. Ignoro por qué razón usted se fía de mí. Puedo inclinarme en un momento dado a la izquierda y poner mis cualidades al lado de los hombres que viven en la frontera de este Territorio al cual usted se empeña en enviarme. Ignoro también qué motivos le inducen a obrar de esta manera.