El hombre despertó, sobresaltado. La habitación estaba a oscuras y él sabía que no había nadie más en ella. Por lo menos, «no debía haber nadie más». Se preguntó qué demonios le había despertado. Se acostó temprano, rendido de cansancio a causa del intenso trabajo de esos últimos y definitivos días. Paseó la mirada por la oscuridad, deteniéndola un instante en el pálido rectángulo de la ventana. A través de la tenue cortina se filtraba la lejana luz de un farol, el de la esquina, porque el más cercano estaba averiado desde días atrás. Era curioso que pensara precisamente en esos momentos, cuando, malhumorado, luchaba por reanudar el sueño roto.
Description:
El hombre despertó, sobresaltado. La habitación estaba a oscuras y él sabía que no había nadie más en ella. Por lo menos, «no debía haber nadie más». Se preguntó qué demonios le había despertado. Se acostó temprano, rendido de cansancio a causa del intenso trabajo de esos últimos y definitivos días. Paseó la mirada por la oscuridad, deteniéndola un instante en el pálido rectángulo de la ventana. A través de la tenue cortina se filtraba la lejana luz de un farol, el de la esquina, porque el más cercano estaba averiado desde días atrás. Era curioso que pensara precisamente en esos momentos, cuando, malhumorado, luchaba por reanudar el sueño roto.