Comenzó como la mayoría de los problemas de Marian, debido a que apostaba a los caballos, ese hábito de consumo que ella misma apenas podía entender. Alguien le dijo una vez que quería perder. Pero Marian sabía que eso era una tontería. ¡Ella quería ganar, ganar, ganar! Esta vez, cuando Marian perdió, se desesperó. Su esposo, Warren Emrick, se negó a darle el dinero, a pesar de que tenía $ 48,000 guardados. Entonces, cuando Tony Viani, un ex compañero de juegos, apareció ofreciendo pagar su deuda, Marian estaba de humor para traicionar a su esposo. En un gesto de despecho, tomó el dinero de Warren y se fue con Tony. Solo que Marian no se dio cuenta de la necesidad de venganza de Warren o del ansia de poder de Tony. Y ahí fue cuando realmente comenzó su problema... disturbios que llenaban sus días y noches de violencia y terror.
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Comenzó como la mayoría de los problemas de Marian, debido a que apostaba a los caballos, ese hábito de consumo que ella misma apenas podía entender. Alguien le dijo una vez que quería perder. Pero Marian sabía que eso era una tontería. ¡Ella quería ganar, ganar, ganar! Esta vez, cuando Marian perdió, se desesperó. Su esposo, Warren Emrick, se negó a darle el dinero, a pesar de que tenía $ 48,000 guardados. Entonces, cuando Tony Viani, un ex compañero de juegos, apareció ofreciendo pagar su deuda, Marian estaba de humor para traicionar a su esposo. En un gesto de despecho, tomó el dinero de Warren y se fue con Tony. Solo que Marian no se dio cuenta de la necesidad de venganza de Warren o del ansia de poder de Tony. Y ahí fue cuando realmente comenzó su problema... disturbios que llenaban sus días y noches de violencia y terror.