A decir verdad, Clifford London se sentía bastante fastidiada. Desde hacía nueve días estaba vigilando, siguiendo al mismo hombre, y esta «actividad» estaba destrozando sus nervios. Y no por el peligro que eso significaba, sino por todo lo contrario; por el aburrimiento total que ello implicaba. Esto era lo malo de tener fama de imperturbable. Cuando llegó el momento de poner bajo vigilancia directa a aquel tipo llamado David Lippold, no hubo la menor duda. —Que Cliff se encargue de él —dijeron. —¿Cliff? —protestó otra persona—. No es el hombre adecuado para ese trabajo.
Description:
A decir verdad, Clifford London se sentía bastante fastidiada. Desde hacía nueve días estaba vigilando, siguiendo al mismo hombre, y esta «actividad» estaba destrozando sus nervios. Y no por el peligro que eso significaba, sino por todo lo contrario; por el aburrimiento total que ello implicaba. Esto era lo malo de tener fama de imperturbable. Cuando llegó el momento de poner bajo vigilancia directa a aquel tipo llamado David Lippold, no hubo la menor duda. —Que Cliff se encargue de él —dijeron. —¿Cliff? —protestó otra persona—. No es el hombre adecuado para ese trabajo.