Un puñado de hombres ansiosos de diversión y de una muy relativa justicia, había sacado al prisionero de la cárcel de Valley City y, sin miramientos, lo arrastraban hacia el árbol más próximo. El hombre estaba lívido y el miedo había secado su voz. Pero los energúmenos que lo zarandeaban habían ya desatado sus instintos para matar y no se les podría detener más que matándolos. La Ley de Lynch, la rápida y decisiva Ley de Lynch, había entrado en funciones, y sus partidarios, hombres aburridos la mayor parte del día, no se dejarían arrebatar la presa. «Tendría que matar unos cuantos, y, francamente, es mejor que muera ese hombre que al fin y al cabo es un bandido».
Description:
Un puñado de hombres ansiosos de diversión y de una muy relativa justicia, había sacado al prisionero de la cárcel de Valley City y, sin miramientos, lo arrastraban hacia el árbol más próximo. El hombre estaba lívido y el miedo había secado su voz. Pero los energúmenos que lo zarandeaban habían ya desatado sus instintos para matar y no se les podría detener más que matándolos. La Ley de Lynch, la rápida y decisiva Ley de Lynch, había entrado en funciones, y sus partidarios, hombres aburridos la mayor parte del día, no se dejarían arrebatar la presa. «Tendría que matar unos cuantos, y, francamente, es mejor que muera ese hombre que al fin y al cabo es un bandido».