La secretaria asintió mientras escribía la última nota taquigráfica. Luego, alzó la cabeza y miró sonriente a su jefe. —Es una carta muy amable, señor Gessell… —La amabilidad es lo más barato del mundo, Eve —sonrió también Xavier Gessell—. Y, asombrosamente lo más rentable. ¿Le he dicho ya que está usted tan deliciosa como siempre esta mañana? Eveline Wilkes se mordió los labios para no soltar una carcajada.
Description:
La secretaria asintió mientras escribía la última nota taquigráfica. Luego, alzó la cabeza y miró sonriente a su jefe. —Es una carta muy amable, señor Gessell… —La amabilidad es lo más barato del mundo, Eve —sonrió también Xavier Gessell—. Y, asombrosamente lo más rentable. ¿Le he dicho ya que está usted tan deliciosa como siempre esta mañana? Eveline Wilkes se mordió los labios para no soltar una carcajada.