Sabía perfectamente que en las últimas cuarenta y ocho horas no se había realizado, en toda la demarcación, un solo robo importante, ni un asesinato ni un secuestro; ni tan siquiera un drama pasional de los que electrizan a los “reporters” de la prensa de escándalo. El superintendente Dan Dione recibióles con ancha sonrisa y en la boca, también, el consabido cigarro habano que gustaba de masticar más que fumar.
Description:
Sabía perfectamente que en las últimas cuarenta y ocho horas no se había realizado, en toda la demarcación, un solo robo importante, ni un asesinato ni un secuestro; ni tan siquiera un drama pasional de los que electrizan a los “reporters” de la prensa de escándalo. El superintendente Dan Dione recibióles con ancha sonrisa y en la boca, también, el consabido cigarro habano que gustaba de masticar más que fumar.