Ken Malloy se rascó la nuca, perplejo. Cameron espoleó a su montura y reanudó la perezosa marcha. Tras unos instantes de indecisión, Malloy le siguió sacudiendo la cabeza de un lado a otro con pesar. Siguieron por el polvoriento sendero más de una hora en completo silencio. Cada uno sumido en sus propias meditaciones, que discurrían por caminos diametralmente opuestos. Fue Cameron quien gruñó de pronto, deteniéndose: —Te apuesto que nos hemos extraviado.
Description:
Ken Malloy se rascó la nuca, perplejo. Cameron espoleó a su montura y reanudó la perezosa marcha. Tras unos instantes de indecisión, Malloy le siguió sacudiendo la cabeza de un lado a otro con pesar. Siguieron por el polvoriento sendero más de una hora en completo silencio. Cada uno sumido en sus propias meditaciones, que discurrían por caminos diametralmente opuestos. Fue Cameron quien gruñó de pronto, deteniéndose: —Te apuesto que nos hemos extraviado.