Richard Foster tocó con los nudillos en la puerta, siendo invitado inmediatamente a pasar. —Hija, ese muchacho ya ha llegado. Joan Foster, joven de veinte años, rubia y atractiva, continuó observándose en el espejo al tiempo que decía: —Ahora bajo. El padre se mostró remiso a marcharse. —Joan...
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Richard Foster tocó con los nudillos en la puerta, siendo invitado inmediatamente a pasar. —Hija, ese muchacho ya ha llegado. Joan Foster, joven de veinte años, rubia y atractiva, continuó observándose en el espejo al tiempo que decía: —Ahora bajo. El padre se mostró remiso a marcharse. —Joan...