La mansión de los Lawler era una de las mayores de St. Paul, e indiscutiblemente la más suntuosa y cómoda de la media docena que le disputaban su título de mayor antigüedad, por no poder competir con ella en ningún otro terreno. Enclavada en los límites de la ciudad, en las alturas de Columbia Heights, en una herbosa ladera con hermosas vistas sobre Silver Lake, disfrutaba sin duda de las delicias de un paraje encantador, cerca a la vez de la ciudad e idealmente apartada de los ruidos del tráfico y el trajín de un pueblo laborioso como el de la industria St. Paul. Llegando por la carretera particular desde la principal número ocho, el visitante se encontraba repentinamente ante una alta verja de hierro rematada en aguzadas puntas de lanza. Junto a la puerta, a la derecha y del lado interior de la verja, se levantaba un pabellón de ladrillo rojo destinado a vivienda del guarda. Desde la puerta de la verja y a través de los barrotes, la vista alcanzaba la perspectiva de una amplia alameda, y al final de ésta la casa de mármol rosado destacándose sobre el fondo de verdor del parque.
Description:
La mansión de los Lawler era una de las mayores de St. Paul, e indiscutiblemente la más suntuosa y cómoda de la media docena que le disputaban su título de mayor antigüedad, por no poder competir con ella en ningún otro terreno. Enclavada en los límites de la ciudad, en las alturas de Columbia Heights, en una herbosa ladera con hermosas vistas sobre Silver Lake, disfrutaba sin duda de las delicias de un paraje encantador, cerca a la vez de la ciudad e idealmente apartada de los ruidos del tráfico y el trajín de un pueblo laborioso como el de la industria St. Paul. Llegando por la carretera particular desde la principal número ocho, el visitante se encontraba repentinamente ante una alta verja de hierro rematada en aguzadas puntas de lanza. Junto a la puerta, a la derecha y del lado interior de la verja, se levantaba un pabellón de ladrillo rojo destinado a vivienda del guarda. Desde la puerta de la verja y a través de los barrotes, la vista alcanzaba la perspectiva de una amplia alameda, y al final de ésta la casa de mármol rosado destacándose sobre el fondo de verdor del parque.