Cuando, al cabo de una semana, abrí por vez primera los ojos para tropezar con una preciosa enfermera, pensé, volviendo a entornar los párpados, que debía estar pasando el período más soñador de alguna magnífica borrachera. La voz de ocarina del teniente Fulton vino a zambullirme de lleno en la realidad. Yo, cuando celebro «alguna», no acostumbro a soñar en hombres, y mucho menos en el podenco de Fulton que, desde que a su lado consumí mis mejores años en calidad de guardia raso, no es santo de mi devoción.
Description:
Cuando, al cabo de una semana, abrí por vez primera los ojos para tropezar con una preciosa enfermera, pensé, volviendo a entornar los párpados, que debía estar pasando el período más soñador de alguna magnífica borrachera. La voz de ocarina del teniente Fulton vino a zambullirme de lleno en la realidad. Yo, cuando celebro «alguna», no acostumbro a soñar en hombres, y mucho menos en el podenco de Fulton que, desde que a su lado consumí mis mejores años en calidad de guardia raso, no es santo de mi devoción.