La isla Flamingo formó parte de una de las posesiones holandesas en el Caribe. La capital tiene la arquitectura de los Países Bajos, pero la mayoría de sus pobladores son negros. En Flamingo se dan cita contrabandistas, traficantes de cuanto pueda ofrecer ganancias, espías y aventureros de toda laya. Stuart Driscol había llegado allí dos años antes. Compró una lancha motora dispuesto a enriquecerse con lo que fuera. Pero al término de dos años apenas podía comprar la gasolina necesaria para el funcionamiento de su canoa.