Los ojos de Spencer Winters contenían difícilmente las lágrimas. Hizo una mueca. Estaba emocionado. Muy emocionado. Máxime después de oír las palabras de Ralph Logan, el jefe de personal. El bueno de Logan… Spencer Winters se pasó el dorso de la mano bajo la nariz. Las entrelazadas arrugas de su ajado rostro se acentuaron. Empequeñeció los ojos a la vez que inclinaba la cabeza. Como avergonzado.
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Los ojos de Spencer Winters contenían difícilmente las lágrimas. Hizo una mueca. Estaba emocionado. Muy emocionado. Máxime después de oír las palabras de Ralph Logan, el jefe de personal. El bueno de Logan… Spencer Winters se pasó el dorso de la mano bajo la nariz. Las entrelazadas arrugas de su ajado rostro se acentuaron. Empequeñeció los ojos a la vez que inclinaba la cabeza. Como avergonzado.